Prólogo
En el mundo, una de cada cuatro personas habita en asentamientos informales y más de dos mil millones no tiene acceso a fuentes de agua potable segura.
Mejorar la calidad de vida de las personas, eliminar el hambre y la pobreza y reducir la desigualdad han sido propósitos globales desde el año 2000 con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y, más recientemente, de manera más integral, para Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
El mundo sigue avanzando en el propósito de lograr un desarrollo económica, social y ambientalmente sostenible, pero esto no ha estado exento de dificultades. Han pasado ya dos años desde el inicio de la pandemia por covid-19, que impuso nuevos desafíos
y acentuó algunos problemas estructurales preexistentes. La
desigualdad y las presiones migratorias han sido exacerbadas por la pandemia, en un contexto de urbanización acelerada y de débil planificación urbana, principalmente en los países más pobres y de renta media. Las respuestas han tenido que ser innovadoras y han llegado desde todos los sectores.