Prefacio
Una de las metas centrales de nuestro Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad” es garantizar el acceso a soluciones de agua potable y saneamiento básico para millones de colombianos que carecen de estos servicios esenciales.
Con ella buscamos, adicionalmente, contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030, sobre todo, a aquellos relacionados con la universalización del acceso al agua potable. Esto conlleva un doble propósito: contribuir al cierre de brechas sociales, generando equidad, mientras aporta al crecimiento económico a través de la construcción de infraestructura.
En efecto, el agua potable y el saneamiento básico traen consigo beneficios sociales y progreso económico: se ha comprobado que un mayor acceso y una mejor calidad de estos servicios impactan positivamente la asistencia escolar, los indicadores de salud, la seguridad alimentaria, la mitigación del hambre y la desnutrición, y el desarrollo de actividades productivas. Además, tener acceso a estos servicios tiende a impactar positivamente la calidad de vida de las mujeres y su acceso a las oportunidades, ya que la recolección de agua, la limpieza y la higiene de los hogares son responsabilidades que, en mayor medida, se encuentran vinculadas al rol de la mujer dentro de la familia. No en vano el acceso a estos servicios básicos es uno de los componentes de la medición de pobreza multidimensional.