El potencial de la inteligencia artificial (IA) es incalculable, no solo está transformando la banca al mejorar la confianza y experiencia del cliente, sino que promete ser una herramienta valiosa e imprescindible para combatir el fraude, una de las principales amenazas del ecosistema financiero. En efecto, la IA se utiliza hoy no solo en diversos procesos en el sector, como en la atención a clientes a través de chatbots o en la evaluación de perfiles crediticios, sino también en la detección y prevención de fraude. Según la evaluación de riesgos de la Autoridad Bancaria Europea, 70% de los bancos europeos utilizan IA en sus aplicativos o servicios dado su enorme potencial.
De acuerdo con Indra Company, los análisis de los sistemas de verificación de identidad y autenticación biométrica que utilizan IA mejoran los niveles de precisión en 15% frente a los sistemas tradicionales. Teniendo en cuenta esta capacidad, en Estados Unidos el Banco Hsbc lanzó un sistema de prevención de lavado de dinero que detecta patrones sospechosos y redes criminales en más de 40.000 millones de transacciones financieras al año. Este hecho muestra el poder de la IA para analizar y tomar decisiones en grandes cantidades de datos.