El motor del buque

Colombia, el buque en el que todos navegamos, debe planear estratégicamente sus rutas para enfrentar tanto los factores externos, que dependen de múltiples condiciones, como los internos, que sí puede gestionar para minimizar los riesgos y llegar a buen puerto.

A nivel externo, este buque enfrenta aguas turbulentas: (i) una ventisca arancelaria que sopla desde Estados Unidos; (ii) la marejada de la guerra y las olas de violencia sobre las cuales no tenemos mayor control; y (iii) la niebla del cambio climático. Pero también hay elementos internos que generan dificultades al buque. Estamos navegando con una bodega agujereada, un daño que se ha ampliado porque los gastos han crecido mucho más rápido que los ingresos tributarios, llevando el déficit fiscal al 6,7% del PIB.