Artífices de la confianza

Hace apenas dos décadas, resultaba impensable que la tecnología permitiría realizar operaciones bancarias de forma digital, inmediata y segura. Hoy, un adulto colombiano efectúa más de 440 operaciones digitales al año, en promedio. En Brasil, el sistema de pagos inmediatos Pix moviliza en ese mismo periodo de tiempo montos equivalentes al PIB de China. Y en la Unión Europea, apenas 1,5 dólares de cada 100.000 transados a través del sistema financiero generan reclamaciones por fraude. Estos hechos, que hoy parecen cotidianos, evidencian una transformación profunda: la tecnología ha revolucionado el sistema financiero global.

Pero, como suele suceder con los grandes avances, la misma tecnología que nos provee digitalización, inmediatez y seguridad también ha sido utilizada por estructuras criminales. El caso de Liberty Reserve, aquella plataforma que permitió blanquear más de USD 8.000 millones, o el ataque del grupo Lazarus al Banco Central de Bangladesh, son solo recordatorios de un fenómeno global. Y Colombia no es la excepción, tenemos varios casos que así nos lo recuerdan.