En medio de un contexto marcado por la desaceleración de la economía, especialmente en sectores como el comercio, la industria y la construcción, unos niveles de inflación que, aunque menores a los de meses anteriores, siguen luciendo elevados y lejanos de la meta del emisor, y un mercado laboral que, pese a su recuperación, ha empezado a dar muestras de ralentización, el país se encuentra atento a la toma de una de las decisiones más importantes en materia macroeconómica: el aumento del salario mínimo que regirá el próximo año.
Durante las últimas semanas, en las mesas de la subcomisión de productividad y de concertación tripartita, conformada por el Gobierno Nacional, los gremios y sindicatos, se han presentado análisis técnicos, propuestas y consideraciones de cada uno de participantes en medio de un ambiente cordial, pero con posiciones divergentes.