El crecimiento de la actividad productiva durante el primer trimestre, cercano a 0,7%, aunque en terreno positivo y en línea con una expansión trimestral de 1,1%, no solo evidencia el mal desempeño de sectores como la industria y el comercio, sino que valida las preocupaciones respecto al comportamiento de la inversión.
A pesar del favorable comportamiento de la inflación y el gradual anclaje de las expectativas, que a su vez ha permitido que el Banco de la República continúe llevando a cabo los esperados recortes a la tasa de interés, el panorama económico no luce del todo despejado y se ve sujeto a retos considerables.