El Acuerdo de París en 2015, firmado por 195 países, trajo consigo un auge en términos de sostenibilidad. Se reafirmó la agenda a 2030 con la adopción de los 17 ODS, que constituyen la hoja de ruta del desarrollo en el mundo. Asimismo, las naciones más poderosas, y posteriormente el sector financiero a través de Gfanz, asumieron el compromiso de alcanzar cero emisiones netas a 2050 para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C. Nos encontrábamos en un auge en sostenibilidad.
Sin embargo, en los últimos meses, el péndulo ha cambiado de dirección. Los agentes globales están retrocediendo en su insistencia por impulsar la agenda de sostenibilidad. El movimiento del péndulo ahora nos ubica en un momento de recesión en sostenibilidad.