Semana
El plan del Gobierno Petro de tomar una parte de los ahorros que tienen los colombianos en el sector financiero para que sean invertidos forzosamente en el otorgamiento de créditos a sectores que desean priorizar, como el agro o el turismo, sigue levantando ampolla.
A las críticas de economistas y políticos se sumó la de los banqueros, que serían los directamente afectados por la medida. Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, el gremio de los banqueros, utilizó su cuenta en X para dar su visión sobre el impacto de la medida.
Aseguró que la propuesta de inversiones forzosas resulta inconveniente “porque constituye un mecanismo de represión financiera que limita el crédito para otras actividades. Es un subsidio cruzado que reduce los fondos prestables, por lo que la mayoría de los colombianos tendrían que pagar una tasa de interés más alta para que los sectores beneficiados cuenten con una más baja”.