Se habla de cultura de pago para referirse a las prácticas, actitudes y comportamientos de los consumidores financieros en relación con el pago de sus créditos. Alguien con cultura de pago gestiona responsablemente sus deudas, comprende los términos y condiciones de los productos, cuenta con capacidad de planificación financiera y es puntual en los pagos de sus cuotas.
Es una cultura que, desde luego, hay que promover, y por ello se ve hoy con preocupación que, desde hace un tiempo, se estén presentado sucesos y conductas que perjudican estos hábitos, buscando demostrar, erróneamente, que pagar no es lo correcto.