La literatura económica señala que la competitividad en las tasas tributarias suele asociarse con un mayor dinamismo productivo, en la medida en que influye en las decisiones de localización y expansión empresarial. Esta competencia no se limita al ámbito internacional, reflejada en las tasas de renta para personas jurídicas, sino que también se manifiesta al interior de los países, donde las diferencias en cargas tributarias condicionan la decisión de ubicarse en una capital, un centro urbano intermedio o en otra jurisdicción. Comprender estas dinámicas es esencial para diseñar políticas públicas que atraigan inversión y amplíen la base tributaria.