En un mundo donde solo 41 de los 196 países han alcanzado el estatus de “países desarrollados”, según el Fondo Monetario Internacional, surge una pregunta crucial: ¿qué permite a una nación prosperar y desarrollarse? A simple vista, el hecho de que más de 20% de los países sean considerados desarrollados puede parecer alentador. Sin embargo, al ajustarlo por población, descubrimos que solo 13% de la población vive en estas naciones, dejando a 87% restante en vías de desarrollo.
A pesar de los múltiples enfoques teóricos, ya sean las instituciones (Acemoglu, Robinson y Johnson), la educación y la salud (Amartya Sen), o la innovación (Paul Romer), todos los países desarrollados tienen un factor común: sistemas financieros sólidos y estables.