La coyuntura política en los países desarrollados y los conflictos armados en Europa y Oriente Medio, gestados en los últimos años, han generado un cambio significativo en la percepción pública hacia los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Este cambio se ha reflejado en las decisiones recientes de grandes empresas y entidades financieras, particularmente en los Estados Unidos.
Un ejemplo notable es la reciente decisión de seis entidades financieras estadounidenses, incluido el banco más grande del país, de retirarse de la Net-Zero Banking Alliance (Nzba), una iniciativa que compromete a los bancos a alinear sus actividades de préstamos, inversiones y mercados de capital con la meta de alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050. Aunque en EE.UU. las presiones políticas han sido una de las principales razones para este retroceso, a nivel global el compromiso con esta iniciativa sigue siendo firme, como lo demuestran los bancos miembros de la Nzba en Europa, que mantienen su determinación de movilizar capital para la transición energética hacia bajas emisiones y la conservación de la naturaleza.