DE LA EQUIDAD AL CRECIMIENTO
En la última década, la noción de “crecimiento sin equidad” ha ganado fuerza en el discurso político, la literatura económica y los medios especializados como una explicación central del malestar social en los países emergentes. Aunque el crecimiento económico ha logrado reducir los niveles de miseria, no ha sido suficiente para enfrentar la profunda desigualdad, alimentando así el discurso anti-establecimiento y una creciente aceptación social de la conflictividad. Frente a esta realidad, varios actores políticos han ofrecido respuestas centradas en la expansión del gasto social y en promesas de bienestar, que si bien atienden demandas legítimas, pueden traducirse en políticas asistencialistas, fiscalmente insostenibles y perjudiciales para el aparato productivo, afectando la inversión, el empleo y las libertades económicas.