Prólogo
Pocas veces se encuentra uno en este camino de la vida con pensadores lúcidos, ilustrados y profundos que logren convertir en acción transformadora y benefactora sus pensamientos. De igual manera, pocas veces se encuentra uno con ejecutores eficaces que alimenten el espíritu como lo hacen los grandes pensadores.
Orgullosamente colombiano, vital, sonriente y empujador, Jonathan Malagón González nos entrega este libro que es como él. Igualito. Lleno de logros (tempranos y sobresalientes), lleno de proyectos, lleno de ilusiones, lleno de convicciones, lleno de país, lleno de humanidad; sin tapujos y sin dobleces, firme y esperanzador.
Escribir columnas es uno de los grandes gustos intelectuales que uno puede darse en la vida. Es una exigente y motivante tarea que en espacios limitados
permite identificar un asunto relevante, establecer las aristas significativas, construir una hipótesis y desarrollarla de manera grata y convincente en unos pocos párrafos.